Mister Jack supuso que todo había sido un sueño: el desmayo sobre las escaleras, el café y el bermejo de algunas paredes y cortinas. El sombrero de dandy bien colocado sobre su cabeza, no obstante la caída. Los jirones de neblina flotando como pajarracos y la ventana malévola por donde Remedios lo miraba sin descanso.
Fue un sueño sin mayores pretensiones. Un sueño de locos, pero inofensivo. Mañana lo estaré recordando sentado a la mesa con una taza de té y un cigarrillo.
Esto se decía Mister Jack cuando alguien -unos metros adelante - se incorporó y se oscureció de tal manera como si él mismo se creyera una sombra y petulante con sombrero de dandy le dijo : ingenuo, éste no es tu sueño, es mi fantasía.
Leonor Azcárate